Política Habitacional

Economía informal, Déficit habitacional en Bogotá y Programa de cien mil viviendas gratis en Colombia.

Resumen

El presente documento, se encuentra divido en tres secciones; en la primera sección se hace referencia al análisis del documento del capitulo 6 del libro “Urbanization and Growth: Commission on Growth and Development” , el cual trata de forma sintética las diferencias presentadas en la urbanización informal en los países desarrollados y en los países en vía de desarrollo, demostrando la importancia de la revisión de la informalidad para la aplicación de políticas habitacionales. La segunda sección, presenta un análisis básico de los resultados del déficit habitacional del año 2017 para la ciudad de Bogotá, con el objetivo de establecer de forma aproximada posibles políticas orientadas a disminuir el déficit habitacional. En la ultima sección se realiza una caracterización del programa de cien mil viviendas gratis impulsado por el Gobierno Santos entre 2010 y 2014.

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Economía informal y políticas de vivienda en Países en Desarrollo

Dentro de la lectura revisada del capítulo 6 de [Spence et al., 2009], el titulo plasma una primera impresión de posibles beneficios por la existencia de economías de informalidad en las políticas de vivienda de países en desarrollo, sin embargo, a través del documento se evidencia que la informalidad en vivienda es un fenómeno que existió en los momentos de urbanización de los países desarrollados y que actualmente viven los países en desarrollo y por ende, de forma a priori, es plausible aplicar políticas de vivienda exitosas de los países desarrollados en países del tercer mundo. Pese a lo anterior, el autor demuestra que, aunque es el mismo fenómeno las circunstancias, magnitudes y contextos son diferentes en cuanto a la informalidad, razón por la cual sería absurdo aplicar políticas de vivienda similares, por lo cual es menester que los Gobiernos de países en desarrollo fijen la importancia de la economía informal como un criterio al momento de estructurar políticas de vivienda.

Para el caso de Colombia en el año 2007, la economía informal representaba cerca de la mitad de las actividades económicas en el país [Cárdenas and Mejía, 2007] y como es de esperarse las condiciones de empleo informal guardan correlación entre sí, dado que para 2010, en las áreas urbanas del país, 6 de cada 10 ocupados pertenecían al sector informal [Galvis, 2012b]. Para el caso de vivienda informal, se estimó para la ciudad de Bogotá en 2006, qué el 22.1% de la población, es decir 1 400 000 de personas viven en 1 378 asentamientos informales [Costa and Hernández, 2010].

Bajo lo anterior, Colombia se ajusta dentro de los países en desarrollo que presentan una alta informalidad, tanto en actividades, empleo y vivienda. Es menester enumerar los casos que determinan una vivienda como informal; un primer caso se presenta cuando el urbanizador vende suelo sin tener derecho legítimo sobre la propiedad, en un segundo caso el urbanizador enajena predios que no cuentan con accesibilidad de servicios básicos públicos y por último se presenta el caso donde los inmuebles ofertados no cumplen con las normas y regulaciones urbanísticas [Smolka and Biderman, 2011], es de anotar que existe imbricaciones entre dos o tres casos a la vez.

No obstante, en estudios empíricos realizados en América Latina, se ha demostrado que la pobreza de las familias urbanas no explica en su totalidad el mercado de vivienda informal, dado que se ha evidenciado que es mayor la tasa de crecimiento de la ocupación informal con respecto al número de familias nuevas pobres. Autores como [Smolka, 2003] argumentan que otras explicaciones posibles al fenómeno se encuentran dadas por carencia de programas de vivienda social, baja inversión en infraestructuras urbanas y por último que el mercado informal es rentable para los urbanizadores informales.

Finalmente, [Spence et al., 2009] concluye que dentro de las buenas políticas de vivienda que se deben implementar en los países del tercer mundo, en primer lugar, se encuentra que se debe permitir que el mercado inmobiliario funcione, es decir corregir las fallas del mercado y disminuir la regulación de vivienda y en segundo lugar tolerar y facilitar los mercados informales a través de la provisión de un nivel mínimo de servicios públicos. Por otro lado [Smolka and Biderman, 2011], plantean que la mejora en infraestructura de zonas informales puede conducir a un reforzamiento del fenómeno de informalidad, sin embargo, se puede mitigar dicho efecto teniendo en cuenta el impuesto predial como una herramienta de financiación y planeación, pero dicha solución requiere que se tenga un catastro actualizado [Jiménez, 2018].

Déficit habitacional en Bogotá

El déficit habitacional presenta dos componentes de análisis, el cuantitativo que infiere el número de unidades faltantes para que cada familia tenga acceso a una vivienda, es decir de forma teórica la relación entre unidades de vivienda y familias debe ser de uno a uno. El otro componente es el cualitativo, el cual permite identificar los hogares con vivienda que presentan características de condiciones precaria [Departamento Administrativo Nacional de Estadística – DANE, 2009]. Dentro de los datos del índice de déficit de vivienda habitacional para Bogotá 20171, se observó que el déficit total es de 4.6, con valor en el componente cuantitativo de 2.0 y para el cualitativo de 2.7. En la desagregación de las variables, se puede evidenciar en la figura 1, que las variables que explican el fenómeno a nivel cuantitativo son en primer lugar la Cohabitación y el Hacinamiento Critico. La Cohabitación es considerada cuando existen hogares secundarios que comparten la vivienda con otros hogares, mientras que el Hacinamiento Critico se tipifica cuando existen hogares donde habitan cinco o más personas por cuarto, de acuerdo con la definición de la metodología del DANE.

Figura 1: Variables explicativas Déficit componente Cuantitativo. OsGis

Para el componente cualitativo, las variables con mayor peso son: Sin Cocina, es decir hogares que no cuenta con un espacio o cuarto independiente para la preparación de alimentos. La segunda variable es el Hacinamiento Mitigable, que se presenta cuando existen hogares donde habitan entre más de tres y menos de cinco personas por cuarto. La última variable del componente cualitativo es la Carencia de Recolección de Basuras (Véase la figura 2).

Figura 2: Variables explicativas Déficit componente Cualitativo. OsGis

Dentro del análisis del déficit habitacional, se observa que el mayor problema viene suscitado por una cuestión de carencia de espacio construido para uso por parte de los hogares, ya que como se evidenció las variables de Hacinamiento (Critico y Mitigable) y la Cohabitación, son relevantes en ambos componentes. De forma aproximada, es plausible inferir que el déficit habitacional se presenta en primer lugar por la posible falta de oferta de vivienda en la ciudad, pero es más factible que se presente por limitaciones económicas de los hogares, tal como observó [Galvis, 2012a] para la ciudad de Barranquilla. Bajo lo anterior es pertinente que el distrito continúe con las políticas orientadas a la construcción de vivienda nueva de interés social y también al otorgamiento de subsidios y préstamos para construcción, remodelación y/o ampliación sobre terrenos propios.

Por último, como reflexión en cuanto a la metodología del déficit habitacional propuesto por el DANE, se percibe que es factible una nueva revisión o modificación. Es evidente que las variables se encuentran destinadas a determinar la cantidad de viviendas faltantes para lograr una relación uno a uno, entre viviendas y hogares (cuantitativo) y por otro lado evaluar la calidad de la vivienda (cualitativo). Sin embargo, el aspecto de Hacinamiento ya sea critico o mitigable, debería estar orientado al componente cuantitativo, dado que ambas variables se traducen en carencia de espacio construido, ya sea por vivienda nueva o ampliación. En cuanto a la variable Estructura, está realmente se podría catalogar como déficit cualitativo, por una simple razón y es que ya se cuenta con el suelo2, por ende, se puede considerar que la vivienda se encuentra en condiciones precarias. Con el fin de orientar las políticas de vivienda, es necesario que se contemple un componente adicional que incluya las condiciones del entorno de la vivienda; en tal componente se deben agrupar algunas variables del cualitativo (Servicios Públicos Domiciliarios) y otras relacionadas con las infraestructuras urbanas mínimas a que debe tener acceso un hogar.

Programa cien mil viviendas gratis en Colombia

El programa de cien mil viviendas hace parte de la denominada Locomotora de Vivienda del Gobierno Santos que se implementó dentro del periodo 2010 – 2014, y cuyo objetivo era la construcción de 1 000 000 de soluciones de viviendas estimulando la oferta y demanda, y de forma concomitante generar un crecimiento económico y de empleo [Álvarez et al., 2010]. El programa de vivienda gratuita se constituyó para la generación de vivienda de interés prioritario focalizada en población de pobreza extrema a través de la Ley 1537 de 2012 o “Ley de Vivienda” [Congreso de la República, 2012].

El programa contó con 298 proyectos, distribuidos geográficamente en 205 municipios de 29 departamentos y fueron desarrollados en un 49% por privados, un 26% por públicos y el restante 25% por esquema de convenios. [Ramírez, 2017], realiza una revisión a 30 de los 298 proyectos ejecutados en el marco del programa; de los resultados hallados en el documento cabe destacar que el 56% de los proyectos, se desarrollaron en predios que presentaban alguna restricción o afectación por rondas hídricas, pendientes, servidumbres y cesión de vías principales por lo tanto el área urbanizable con respecto al área bruta del predio equivale a tan solo un 80%. Las áreas por vivienda oscilan entre 40 y 63m2 de área construida, con un promedio de 49.4m2 de área construida.

Dentro de las problemáticas que observó [Ceballos, 2016] en el estudio del proyecto Nuevo Occidente en Medellín, es que los espacios de equipamientos no son suficientes, lo cual es también evidenciado por [Ramírez, 2017], dado que el 56% de los proyectos no definió áreas para equipamientos, mientras que el restante solo proporcionó un 8% para parques y un 3.7% para equipamientos del total del área neta urbanizable.

Se puede concluir que sí bien es cierto, el programa de cien mil viviendas gratis en Colombia permitió que el déficit de vivienda cuantitativo disminuyera, también es claro que puede inducir a corto y mediano plazo un aumento en el componente cualitativo. De acuerdo con [Carreño, 2012], no se presentó una articulación entre el programa y la provisión de servicios sociales, es decir accesibilidad a la educación, la salud, el transporte y la seguridad; esta falta de accesibilidad se presenta dado que en muchos de los casos el proyecto se construyó en zonas periféricas con respecto al casco urbano, teniendo un promedio de distancia al centro de 2.5km [Ramírez, 2017].

Por otro lado, sí bien es cierto que se beneficiaron las familias de bajos recursos, el programa no contempló alguna política que permita que se pueda aumentar el ingreso de los hogares con el objetivo de asumir los nuevos gastos de mantenimiento de la vivienda. Por último, es necesario que esta 6 políticas de vivienda se encuentren articuladas con políticas económicas con el fin de mantener y aumentar los ingresos de los hogares, políticas sociales destinadas al acompañamiento en los procesos de relaciones interpersonales de convivencia entre vecinos, ya que es claro que en estos proyectos se encontraban destinados para la mezcla de poblaciones con hábitos, costumbres y valores diferentes, como lo pueden llegar a ser desplazados por la violencia, afectados por desastres naturales y habitantes de zonas de alto riesgo.

Referencias

  • Álvarez et al., 2010. Álvarez, L., Freyle, S., and Saucedo, M. (2010). Análisis de la ejecución del programa Locomotora de Vivienda entre los años 2010-2013 propuesto por el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos. Technical report, Universidad EAFIT, Medellín.
  • Cárdenas and Mejía, 2007. Cárdenas, M. and Mejía, C. (2007). Informalidad en Colombia: Nueva Evidencia. Technical report, FEDESARROLLO, Bogotá.
  • Carreño, 2012. Carreño, C. (2012). Evaluación de la Política Pública de Vivienda Gratuita. Technical report, Universidad Externado de Colombia, Bogotá.
  • Ceballos, 2016. Ceballos, J. (2016). ¿Los Macroproyectos de Vivienda Masiva solucionan los problemas de habitabilidad? Un acercamiento a la experiencia de Medellín con Ciudadela Nuevo Occidente. Technical report, Universidad Nacional de Colombia. Sede Medellín, Medellín.
  • Congreso de la República, 2012. Congreso de la República (2012). Ley 1537 de 2012. Technical report, Bogotá.
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  • Departamento Administrativo Nacional de Estadistica – DANE, 2009. Departamento Administrativo Nacional de Estadistica – DANE (2009). Metodología déficit de vivienda. Colección documentos, 79:55.
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  • Smolka and Biderman, 2011. Smolka, M. and Biderman, C. (2011). Vivienda informal: una perspectiva de economista sobre el planeamiento urbano. Technical report, Lincoln Institute of Land Policy, Cambridge.
  • Spence et al., 2009. Spence, M., Clarke Annez, P., Buckley, R., Arnott, R., Duranton, G., Jaffee, D., Kim, S., Quigley, J., and Venables, A. (2009). Urbanization and Growth: Commission on Growth and Development. TheWorld Bank.

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